Rubio de ojos celestes, de zona norte, nombre patricio y dueño de una carcajada contagiosa. Sus jingles desopilantes de cada semana se hacen virales. Dice que son un chiste y que le molesta que se diga que es ‘el pueblo interpretando melodías’. Hasta dónde llega su devoción por El Diego y por qué tiene la certeza de que es el mito que más crece en el mundo. Está de novio con Ofelia Fernández.